Desde el jueves 10 de junio ando haciendo pellas en el trabajo ya que Irene ha estado enfermita con fiebre y mamitis aguda, los cambios de temperatura y los dientes nos llevan a todos con la dieta del sufrimiento.
Estos días que e he estado en casa dedicándome por completo a las niñas me he dado cuenta de todos los detalles que me pierdo a diario, las sonrisas y los besos que dejan de darme por yo no estar, y si os soy sincera me e sentido muy mal, durante estos día me han venido tantos recuerdos, yo era la mujer ansiosa por ser madre, por dar amor y cuidados a un trocito de vida, hoy las tengo y… no soy capaz de rechazar un lado de mi vida por ellas ¿Es que tan egoísta soy?.
La elección de incorporarme al trabajo y dejar a mis niñas en otras manos fue mía y solo mía, muchos amigos y familiares me aconsejaron y repitieron muchísimas veces el quedarme unos meses mas junto a ellas para disfrutarlas pero… el deber, el trabajo, mi responsabilidad (*) y el miedo a encasillarme hicieron que tomara esa decisión que hoy creo que me arrepiento, ahora pienso que me pierdo de ellas, detalles, gestos, miradas que denotan sus avances, sus cambios.
Antes pensaba que perderme unas horas al día no era nada, que mis niñas no me extrañarían y que les beneficiaria a su independencia, a su aprendizaje, pero… no se, no se si lo hacia por el bien de ellas o por el mío propia…
Hoy he tenido que traerme a Irene conmigo a la oficina, me ha sido imposible dejarla llorando sabiendo lo mal que lo está pasando con los dientes (me podéis llamar blanda).
Cuando iba de camino a la oficina iba pensando, madre mía, con todo el trabajo que tengo y no se como lo voy hacer con Irene en brazos, dude varias veces y pensé en dar la vuelto y regresarla a casa, pero esos ojitos hinchados por el llanto y esos mofletes sonrosados me hicieron débil, como iba a dejar a ese trocito de ternura en casa?¿.
He pasado toda la mañana pensando en si la decisión que había tomado era la correcta, se que mis hijas están bien, que crecen como cualquier niño feliz, que no le hace falta nada…aunque tal vez un poquito mas de mi tiempo…Hay!!!... espero que cuando se mejore Irene y deje su mamitis a tras yo me reponga y deje de machacarme con la decisión tomada…
Creo de corazón que toda madre debe saber alejarse un poco para que sus hijos crezcan, este alejamiento a la vez sirve para ver sus avances y sus fallos y poder ayudarlos a rectificarlos.
La añoranza hace fuerte los lazos… hijas mías, cuando sean grandes y lean esto quiero que sepan que ustedes han sido lo mas deseado y añorado por mi, por las que me desvivo y aunque mis 24h al día no sean suyas en presencia son de ustedes en amor y añoranza.
Amar sin esperar nada lo aprendí el día que tuve por primera vez en brazos a Valeria y lo confirme con Irene, no hay nada en este mundo comparado con la ternura al recibir vuestras caricias, os amo profundamente, soy feliz por que con ustedes cumplí mi sueño mas anhelado ser MADRE.
5 comentarios:
La decisión que tomaste será la que será, yo se que tu el tiempo que estas con ellas repara el que no estas, me refiero a que no importa la cantidad de tiempo si no la calidad de tiempo, es difícil cuando trabajamos y ellos se quedan al cuidado de otras personas, pero créeme ellos saben que los amas por que tu se los demuestras., así que animo esperemos que Irene se recupere pronto.
Un abrazote.
Es una decisión muy dura, si recuerdas hace poco lo planteé en mi blog y me laegro de haber tomado la decisión apropiada a mi caso.
IR a trabajar y dejar a los niños en manos de otros no está ni bien ni mal, depende de la necesidad de cada uno, no te tortures mas, seguro que hicses lo mejor.
Muchoa besitos
Elo, no te tortures, un dia lei en un libro que el tiempo que pasas con tus hijos no es lo importante, puedes pasar 24 horas con ellos pero...en esas 24 horas, duermen, comen, se bañan, juegan...lo importante es la calidad del tiempo que estais juntos con ellas !! eso es lo mas importante, tenlo siempre presente...no importa la cantidad lo improtante es la calidad !! espro haberte animado y no te machaques, que aveces esas separaciones hacen que nuestros lazos con nuestros hijos se fortalezcan, asi las extrañas y cuando vuelves, llegas llena de amor, energia y entusiasmo y de paso estas tranquila y podreis disfrutar no a un 20 % como mamá agotada...sino a un 100% de mamá dispuestaaaaa !! besitos mil a ti y msi nueras hermosassssss
Te digo: tu decisión a sido muy buena, eres una gran mujer que sabe combinar a la perfección su vida laboral con la familiar, no tienes que preocuparte.
Días como el que estas viviendo los tenemos todas, yo misma aún viéndolos 24h al día me siento culpable por no dedicárselas, pero dime que clase de madre sería yo si estuviera tras las faldas de los niños?, los tendría bobos, que no sabría ni atarse los zapatos, como tu bien has dicho toda madre debe saber alejarse para que ellos crezcan...
No te preocupes! besos.
Pues sí que es una decisión dura... pero creo que hay que saber ceder y mantenerse firme en diferentes momentos.
Cuando te llevaste a Irene al trabajo cediste porque así lo necesitabais las dos... y está bien, no pasa nada!!!
No te preocupes, los hijos son mucho más sabios que nosotros a veces, y lo entienden todo.
:-)
Un beso, me ha encantado tu reflexión. Sobre todo el amar si esperar nada. Cuánta verdad!!
Feliz fin de semana
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